En carta pública el excelente jugador y mejor persona indudablemente producto de sus genes, decidió el retiro luego de 21 años de actividad.
Todo tiene un ciclo y todo tiene un después, y en algún lugar del basquetbol seguramente se pueda estar aprovechando la capacidad de Joaquín.
Lo que es indudable es que en cada lugar que estuvo, dejo muy en alto el prestigio de su apellido por su calidad de jugador y por su don de gente.


